Ricardo Corazón de León se ha alzado con el trono de Inglaterra y solo quiere la paz para el país, pero algunos nobles sajones no están dispuestos a convivir pacíficamente con los normandos. La fabulosa ambientación nos transporta a la época medieval, la de los castillos con sus torreones, las luchas con espadas y ballestas, los torneos y justas, los estandartes... No falta ni un detalle, y enseguida nos ponemos nosotros también la cota de malla y nos sumergimos en ese mundo, tan lejos ya de nuestro mundo moderno.
Hay dos tramas que se entrecruzan a lo largo de la historia. Por un lado, Wulkan recibe la orden de Ricardo de convertirse en el lord de Kellinword y casarse con la dama de Lynch, una tarea que la esta no le pondrá nada fácil, huyendo de aquello en lo que no está dispuesta a transigir: casarse con un normando. Por otro lado, otra trama, más sutil, la conforman los orígenes de Wulkan, quien solo recuerda la tonadilla de una canción, el rostro bello de una mujer rubia, y un medallón que tiene en su poder. Las dos tramas se irán entrelazando, conservando el romance el mayor peso. Y, a partir, de ahí, se suceden los enredos, las traiciones, y las aventuras.
Para todo ello, contamos con unos protagonistas fuertes, de gran carácter y personalidad. Wulkan es un guerrero de los pies a la cabeza, y prefiere el aire y la libertad a sentarse cómodamente en su castillo viviendo una vida ociosa. Sin embargo, también es un hombre de honor y palabra, por eso está dispuesto a cumplir la orden del rey. Es un hombre sencillo, leal con los suyos, y algo rudo a causa de las circunstancias de su pasado. Cuando conoce a Jacky, su mundo entero se pondrá patas arriba. Se dejará guiar por el deseo que despierta en él y, sin darse cuenta, irá perdiendo el corazón, aunque él no sepa reconocerlo.
Jacky odia a los normandos, y no le importa hacerle la vida imposible al señor de Kellinword aunque tenga que enfrentarse a todos los castigos del mundo. Su orgullo sajón le impide doblegarse y ceder terreno, pero el corazón no entiende de orgullos ni estandartes. Poco a poco se verá arrollada por unos sentimientos que no quiere ni desea, y para los que no se siente preparada; pero la fuerza del amor es imparable, y cuando las circunstancias se vuelven adversas, cuando la traición y el asesinato acechan, el corazón tomará el mando y, al final, su orgullo sajón lo seguirá.
Los rifirrafe de la pareja, llevados por su carácter y su terquedad, proporcionan momentos deliciosos; sus enfrentamientos están cargados de pasión, de atrevimiento, también de ceguera en muchas ocasiones. Jacky no se morderá la lengua para decir lo que piensa, aunque lo que siente vaya por otros derroteros. Los momentos de pasión abundan y hay escenas cargadas de ternura, porque incluso un guerrero como Wulkan es capaz de la mayor suavidad cuando ama. Eso sí, no hay que hacerle enfadar!!
He disfrutado con la pluma de Nieves, como siempre, con cada uno de los escenarios de la novela, con esas batallas tan bien narradas, y con los estupendos diálogos de los personajes. También me han encantado los secundarios, Bertran es un amor y un gran aliado para Jacky. Una historia maravillosa!!
Marta Luján
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