A las ocho en el Thyssen, de Nieves Hidalgo

Una cita a ciegas.

Nieves Hidalgo es una conocida escritora de novela romántica histórica y, según he leído por ahí, “A las ocho, en el Thyssen” es la primera novela romántica contemporánea que escribe y me ha encantado. Es fresca, divertida y original, se pasa en un suspiro y te hace sacar más de una sonrisa, aunque también tiene sus puntos tristes. Pero en conjunto es una novela para disfrutar.

El argumento me pareció muy interesante desde que leí la sinopsis y me gusta el mundo en el que se mueven los dos protagonistas.

Él, Alex Vílchez, es un famoso autor de novelas de suspense, pero tiene un bajón, las musas se han apartado de él y no encuentra el argumento para su próxima novela, así que decide hacer caso de su editora y escribir una novela romántica zombi con el nombre de Robert Cooper. Aunque la novela no hay por donde cogerla, ni a él le gusta en realidad, tiene un buen tirón entre el público y se pone como número uno de romántica, algo que sorprende a muchos, entre otros al propio Alex.

Ella, Lucía, es administradora de una web dedicada a la novela romántica y se queda alucinada cuando lee la novela de zombis que se supone que representa a ese género que a ella le apasiona. No se lo puede creer. No se lo piensa y escribe una reseña que hace que caiga en picado su puesto en el ranking. Él contraataca y utiliza todo lo que está en sus manos para fastidiar a Lucía.

Casualmente una cita a ciegas los conecta sin saber quién es en realidad cada uno de ellos. La atracción es inmediata y, a partir de ahí, empieza el lío.

Aparte de ellos dos, que están perfectamente logrados, hay una serie de personajes secundarios que son geniales y todos muy distintos. Destacar a la amiga incondicional de Lucía, Maribel, así como a Josechu y doña Elvira, los vecinos de Lucía. Están muy bien integrados en la narración y ellos también tienen su historia.

Es un libro que me ha hecho reír en muchos momentos. Hay situaciones que son verdaderamente hilarantes. No os las cuento porque es mejor descubrirlas, pero es que son una pasada. Pero también tiene puntos tiernos, con cierta melancolía, con recuerdos y situaciones del pasado que se intentan resolver en el presente.

La narración es ágil, tiene ritmo, y los diálogos están muy bien entrelazados con la historia. Tiene un estilo fluido con pinceladas de humor que amenizan si cabe más la historia. Ha sido un placer leerla, me lo he pasado muy bien. Además me ha encantado pasearme por las calles de Madrid, esas zonas que tanto me gustan y descubrir nuevos rincones que no tardaré en visitar. Gracias a la autora por escribir este libro.

Cristina Suárez

Romántica

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