Otra historia más de los estupendos Beau. Y otra más para enamorarme de la narrativa e imaginación de esta autora.
Volver a estar entre los miembros de esta familia numerosa es una delicia. Sus charlas, sus bromas, sus piques… Ese modo de arroparse unos a otros, de contarse las cosas, de mostrar una camaradería que todos quisiéramos tener…
La protagonista de esta novela, Elizabeth, es una debutante inocente, como la mayoría lo era en esos tiempos. No sabe nada de los besos, ni de la pasión, ni del deseo. Pero tiene una idea muy clara: desea saber cómo es un club de caballeros por dentro. Y hará todo por conseguir entrar en uno, porque cree injusto que los hombres puedan moverse con libertad y las damas deban permanecer como floreros, sin otra cosa que hacer que ponerse en el mercado matrimonial. Me ha gustado su inocencia y su frescura, su modo de compincharse con una de sus primas y sus confidencias. Pero sobre todo, su arrojo, esas ganas de salirse de las normas y conocer el mundo. También, claro, la decisión que toma al final.
Andrew me ha encantado. No tiene interés en casarse, pero cuando vuelve a encontrarse con su amiga de la infancia se siente impactado. Y va a hacer de todo con tal de complacerla, mientras intenta conquistarla. Eso conlleva idear algo rocambolesco que puede meterles a los dos en un buen lío y convertirlos en parias para la sociedad.
La nota de autora, insisto, es una gozada, no os la perdáis.
Leer a Ruth M. Lerga es, como suele decirse, una apuesta segura.
Compra esta novela aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.